
Itacatering es un proyecto de La Liga A.C. que busca intervenir y experimentar con lo que se sucede en torno a la cocina, desde la producción de alimentos hasta los afectos que se tejen a la hora de comer; es un laboratorio convivial que explora los límites de la cocina, abre el diálogo sobre los procesos del arte y la gastronomía y busca crear experiencias transformadoras.
Dar y recibir se tiene que atender con la misma sensibilidad con la que les gusta hacer lo que hacen.
(Lic. María de Lourdes Rodarte en el taller “Cocina Expandida”.)
En el marco de Itacatering, La Liga A.C. en colaboración con el colectivo CaLaCa realizó el taller “Cocina Expandida”, dirigido a chefs profesionales para intervenir y mutar su manera de trabajar.
Asistieron como alumnos 8 personas que tomaron clase con una persona con discapacidad visual cuyos intereses giran en torno a proyectos de autoconsumo, discapacidad, autoempleo y otros retos que enfrenta en su vida diaria.
El taller tuvo como objetivo principal crear un encuentro, realizar conexiones afectivas, relaciones entre personas dándoles un espacio, momento y un pretexto.
Pero ¿esto es arte? ¿esto es cocina?
Las prácticas de arte expandido buscan unir el arte con la vida, suceden desde las vanguardias artísticas de inicios del siglo pasado. Más tarde a partir de los años 80 la difusión de los límites entre el arte y lo cotidiano se figura como una forma de creación que está fuera de los museos, a caso un arte outsider que con el tiempo va a ganar espacio en las instituciones del llamado sistema arte.
Si es posible un arte fuera del museo, es posible una cocina fuera del restaurant. Lipovetsky ha reflexionado sobre las formas en que el arte ha influido la vida de las personas, uno de los rasgos de las sociedades posmodernas es la búsqueda de valores con los cuales identificar y construir subjetividades, estos valores a menudo pasan los filtros de la estética, entendida esta no solo como el conjunto de formas sino como el conjunto de maneras de hacer. Estas trayectorias que seguimos (cocinar, caminar, comer, besar…) atravesadas por la estética creativa produce maneras de estar en el mundo. Los partícipes de “Cocina Expandida” no se preguntan si después del taller han mejorados sus técnicas de cocina, o si los platillos son innovadores; lo que ha sucedido es que han hackeado su propia forma de estar en la cocina y se han encontrado con otros compartiendo la misma experiencia.
Cambiar las formas del dispositivo es incidir también en la realidad, una actividad cotidiana como la cocina, que se ve intervenida, pensada y vivida desde otra perspectiva da lugar a otras formas de interacción e interpretación. Expandir la cocina más allá de sus muros, del restaurante, cambiar los actores, enfrentarlos a otros modos de hacer, estimula la creación de rutas nuevas que se alejan de los gestos repetitivos, y generan un tipo de ruptura, un reacomodo; es este “poner en situación” a tallerista y participantes; el proceso, las consecuencias de esta interacción y la posibilidad de generar un punto de inflexión es la meta de este proyecto.
Abordar prácticas artísticas relacionales desde la gastronomía es reconocer, en palabras de Certeau que “Cada hábito alimentario compone una minúscula encrucijada de historias. En “lo invisible cotidiano”…se amontonan en realidad un montaje de acciones, ritos y códigos, ritmos y elecciones, usos recibidos y costumbres puestas en práctica.” Teniendo en cuenta que el “acto de cocinar” tiene un sin número de implicaciones que en el día a día obviamos y que forman parte de nuestra cultura nos resultaba interesante proponer situaciones que derivaran en modificar de alguna forma este entramado.
Nos interesa crear relaciones entre los individuos, es ahí donde se centran nuestra práctica, no en los objetos que se producen sino en las experiencias que tienen lugar y las personas que participan. Planteamos un escenario para dar lugar a conexiones improbables, ¿qué surgirá de esto? No lo sabemos, pero estamos abiertos a que ocurra.
Las revoluciones moleculares están en la producción de afectos, esta frase no pretende resumir el pensamiento crítico de la posmodernidad, sin embargo es un punto de partida entre chefs y artistas; a saber, si el resultado de esta experiencia no son ni objetos bellos, ni platillos innovadores lo que “Cocina Expandida” ha producido es experiencia, relaciones entre personas cuyos caminos quizá no se habrían cruzado, genera efectos y afectos. Quizá lo que Itacátering propicia es un momento para la utopía. Esto recién comienza.
Agradecimiento especial para la Lic. María de Lourdes Rodarte Díaz y al Chef Miguel Quezada Barroso.
